domingo, 22 de mayo de 2011

DuckDuckGo, buscador que respeta la privacidad del usuario

DuckDuckGo es un motor de búsqueda cuyo leitmotiv es el respeto a la privacidad del usuarioal no recoger información sobre éste que lo identifique. Detrás del proyecto está Gabriel Weinberg, un licenciado en física y master en Tecnología en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) que saltó a la fama por un desarrollo sobre bases de datos de nombres que vendió posteriormente por una cifra astronómica a United Online.



El proyecto es de código abierto
 y está escrito en Perl, alojado en un servidor Nginx ejecutándose sobre FreeBSD, que también son tecnologías de código abierto. Leyendo su política de privacidad no hay duda sobre sus intenciones:
DuckDuckGo no recopila o comparte información personal. Esa es nuestra política de privacidad en pocas palabras.
Y ciertamente así es, porque el resto de la página sobre privacidad se dedica exclusivamente a explicar por qué deberíamos preocuparnos por nuestros datos.
El motor de búsqueda DuckDuckGo es rápido y ofrece resultados similares en una búsqueda que cualquier otro. Como inconvenientes, idioma inglés como única alternativa y obviamente está muy lejos de proporcionar los servicios a los estamos acostumbrados. Dispone de un plugin para FireFox, así como para iPhone e iPad.
Técnicamente está basado en APIS de otros motores de búsqueda, como Yahoo, por  lo que se le considera un motor híbrido. Conviene destacar también, que las búsquedas las efectúa en sitios que contienen información pública.

Gratuidad con coste

No debemos confundir la gratuidad de muchos productos y servicios que utilizamos, con su coste, porque sí tiene uno: la cesión en mayor o menor medida de información personal. Tal y como razona DuckDuckGo, cuando hacemos una consulta en un buscador, por ejemplo, la información que se envía en la cabecera de la petición se almacena. Esto permite elaborar un perfil sobre el peticionario.
La idea inicial de la elaboración de este perfil es ofrecer publicidad personalizada, actividad completamente lícita y por qué no, útil para el usuario también, ya que encuentra aquello que le agrada dentro de la oferta de productos y servicios que existen en la red. Esta es la parte positiva del negocio.
El problema es dónde está el límite para la utilización de nuestros datos. Las empresas que ofrecen servicios gratuitos no suelen engañar y ponen a nuestra disposición información detallada en su política de privacidad... que pocas veces leemos.
En ese mismo texto explicativo se nos informa a veces de que los datos podrán ser cedidos a terceros con fines estadísticos y comerciales. Todo dentro de la ley. Al pulsar el botón aceptar, acabamos de vender nuestra piel, en términos de información. Esto no es bueno ni malo, simplemente debemos ser conscientes de ello.
Si lees la política de privacidad de Google, queda meridianamente claro lo que acabas de leer. En el caso de esta empresa, recibimos a cambio productos de gran calidad además del buscador. Es un intercambio justo, pero piensa en la cantidad de productos que utilizamos de una misma empresa y llegarás a la conclusión de que tienen mucha información sobre ti.

Una alternativa

DuckDuckGo es una alternativa que al menos se puede probar por curiosidad y si te preocupa tu privacidad. Hay lógicamente otras forma de preservar nuestro perfil: no utilizar siempre el mismo buscador, ni el mismo navegador y en general no ser adicto a ninguna marca. Esta es la parte positiva de la diversidad.

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